La autorización local del medicamento Wegovy® para el tratamiento de la obesidad genera revuelo y expectativas en las redes sociales. La idea de bajar de peso de manera rápida y “sin esfuerzos” resulta atractiva en un contexto social que sigue valorando la delgadez como un valor estético indiscutido. Por eso, nos preguntamos, ¿cuán “mágica” es esta droga contra la obesidad? ¿Realmente funciona? ¿Es riesgosa?
Antes que nada, tenemos que saber que el fármaco no es totalmente nuevo en nuestro país. Ya estaba aprobado en su versión inyectable con el nombre de Ozempic® para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Lo novedoso es su presentación oral y la ampliación de su indicación para pacientes no diabéticos. Específicamente, esta droga contra la obesidad se podría indicar para personas que tienen sobrepeso (IMC mayor a 27) o son obesos (IMC mayor a 30) y que sufren otra comorbilidad, como prediabetes, dislipemia, hipertensión o apnea del sueño. Esta nueva posibilidad se sustenta en los resultados de estudios clínicos que mostraron la eficacia del medicamento en la reducción del peso corporal en combinación con dieta y ejercicio.
El laboratorio responsable de la producción del Wegovy® y de Ozempic®, Novo Nordisk, llevó adelante un estudio experimental (actualmente en fase III) que buscaba evaluar el efecto del fármaco durante un tratamiento de 68 semanas. El plan incluía también alimentación baja en calorías y actividad física. Los resultados del estudio mostraron que las personas que consumían el medicamento lograron reducir el 15,1% de su peso. El grupo control, en cambio, solamente pudo adelgazar el 2,4% consumiendo el placebo.
¿De qué se trata esta droga contra la obesidad?
Wegovy® es un medicamento inyectable y su principio activo es la semaglutida, que ralentiza el vaciamiento estomacal y aumenta la sensación de saciedad en aquellos que la consumen. De esta manera, logra que las personas se sientan satisfechas con menores porciones de comida. Así, pueden sostener una alimentación reducida y sana que, en combinación con un aumento de la actividad física, los lleve a perder peso. Los efectos secundarios adversos son limitados: algunos pacientes han descripto cefaleas, vómitos y diarreas, pero en episodios leves a moderados. Además, en las redes sociales se ha difundido el término “Cara de Ozempic” para describir la flacidez en el rostro, aunque este efecto no está asociado al medicamento en sí mismo, sino que puede relacionarse con una pérdida significativa de peso.
Como la obesidad y el sobrepeso son enfermedades crónicas, el tratamiento con Wegovy® es a largo plazo. Requiere de un cambio en las conductas alimenticias junto con una regularidad en la actividad física. Las expectativas desmesuradas puestas en la droga no se corresponden con su eficacia real y pueden generar un abandono del tratamiento y la recuperación del peso perdido.
En la actualidad Wegovy® no se puede conseguir en nuestro país. Si bien ha sido aprobado por ANMAT, su uso aún no se encuentra reglamentado ni ha sido publicado en el Boletín Oficial. De cualquier manera, este medicamento no está indicado para todas las personas. No es recomendado para quienes han sufrido cáncer de tiroides (o tienen antecedentes familiares), ni tampoco para pacientes que han tenido pancreatitis aguda. No está indicado para personas que tengan un sobrepeso moderado o que quieran perder pocos kilos. Inclusive, no es un medicamento para cualquier bolsillo, el costo mensual del Ozempic® ronda los $90000 en la actualidad.
Entonces, la droga “mágica” contra la obesidad no lo es tanto. Si bien el medicamento resulta efectivo para acompañar el proceso de pérdida peso, el abordaje de la obesidad y el sobrepeso debe ser integral. El tratamiento debe incluir una dieta reducida en calorías y también la realización regular de actividad física.