Trastornos del lenguaje

Para la mayoría de las personas hablar es algo tan natural como caminar o beber agua. Sin embargo, esto no es así para todos. Existen algunos trastornos del lenguaje y condiciones que afectan a la manera en la que adquirimos o producimos el lenguaje. En esta nota te contamos de qué se tratan estos trastornos del lenguaje.

¿Qué implica tener un trastorno del lenguaje?

Estos trastornos se manifiestan como problemas en la adquisición y/o en la producción normal del enguaje. En la actualidad, los especialistas sostienen que el lenguaje es una capacidad intrínsecamente humana que se desarrolla desde el útero materno y se consolida durante los primeros años de vida.
Sin embargo, algunas personas presentan retraso en el desarrollo del lenguaje, dificultades en la producción y la comprensión lingüística o imposibilidad de elaborar frases gramaticalmente adecuadas. Estas dificultades suelen ser detectadas en niños pequeños y durante el proceso de adquisición del lenguaje. Sin embargo, también en algunos casos se puede observar la pérdida de la capacidad de hablar en adultos tras algún evento que haya afectado a su cerebro.

Trastornos del lenguaje en los niños

Los trastornos del lenguaje suelen ser diagnosticados por especialistas tras las primeras alertas de padres y pediatras. Los pediatras,en los controles de rutina, detectan niños que tienen algunas dificultades en la comunicación y retraso en el desarrollo lingüístico. Se trata de niños que producen menos palabras que las esperadas para un niño de su edad o que tienen dificultades para articular ciertos sonidos de sus lenguas. Los pediatras sostienen que en general los niños de 2 años deben decir aproximadamente 50 palabras y producir oraciones de 2 palabras.
Si bien el retraso en el desarrollo lingüístico puede relacionarse con otras condiciones, como los trastornos del espectro autista o trastornos generales del desarrollo, los trastornos del lenguaje afectan específicamente esta capacidad.
Los trastornos del lenguaje más frecuentes son:

Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): se caracteriza por problemas en la comprensión y/o expresión del lenguaje en niños con capacidades intelectuales típicas. Afecta mayormente la estructura gramatical y el léxico.

Dislalia funcional o trastorno fonológico: es un problema en la articulación fonológica que no tiene origen en problemas físicos (del paladar, la lengua, los dientes, etc.). La dislalia genera una producción lingüística poco comprensible.

Trastorno de la fluidez o disfemia: es el conocido “tartamudeo” que genera dificultades en la fluidez del habla. Puede ser algo específico de la infancia o una condición que acompaña a los hablantes durante toda su vida.

Dislexia y disgrafia: en estos casos, los trastornos afectan al lenguaje escrito, ya que se manifiestan como dificultades para leer y/o escribir. Los pacientes que sufren dislexia o disgrafia suelen confundir el orden de las letras, sustituirlas y omitirlas. En general, estos trastornos conllevan dificultades para comprender la lectura o para producir textos.

Problemas lingüísticos adquiridos

En ocasiones, algunas personas sufren afasias como resultado de un traumatismo, un accidente cerebrovascular o una enfermedad neurodegenerativa. La afasia es una alteración que produce la pérdida o la dificultad para producir, comprender o repetir el lenguaje debido a la existencia de una lesión cerebral. A diferencia de los trastornos del lenguaje, las afasias afectan a personas que tenían capacidades lingüísticas normales con anterioridad.
De acuerdo a la localización de la lesión cerebral pueden producirse diferentes tipos de afasia:

Afasia de Broca: se caracteriza por el déficit en los aspectos motores del lenguaje y la escritura. En un primer estadío, el paciente no es capaz de comprender ni de producir lenguaje, pero a medida que evoluciona puede ir recuperando la comprensión y el habla.
Afasia de Wernicke: los pacientes tienen un habla fluida pero con muchos errores lingüísticos y también dificultades en la comprensión del lenguaje. También en estos casos, conforme evoluciona la afasia, los pacientes mejoran
Afasia global: se trata de un problema severo en el habla, que conlleva problemas en la fluidez, la comprensión, la lectura y la escritura.


Ante la detección de problemas en la producción y comprensión lingüística, o dificultades en el desarrollo del lenguaje, recomendamos consultar con especialistas.

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