En algunas ocasiones las personas no son tratadas de manera adecuada en los espacios sanitarios. Las personas trans, no binaries y del colectivo LGBT no están exceptuadas de estas situaciones, por el contrario, muchas veces son víctimas de preguntas incómodas, comentarios inadecuados y errores en las formas de tratamiento. En esta nota te contamos algunos problemas frecuentes y aportamos tips para tratar de manera adecuada a todas las personas.
En nuestro país, la ley 26.734 de Identidad de Género, establece que todas las personas pueden optar por un nombre que dé cuenta de su identidad de género y deben ser reconocidas de esta manera por el estado nacional y sus habitantes. El cambio registral se puede hacer con un trámite administrativo simple que no requiere acreditar pericias médicas, intervenciones quirúrgicas ni tratamientos hormonales.
A su vez, la ley establece que las entidades de medicina pública y privada deben garantizar los derechos reconocidos y no patologizar el ser trans. Además, busca promover el acceso de las personas trans a cuidados integrales de salud, lo que incluye intervenciones quirúrgicas y tratamientos hormonales para que adecúen la corporalidad a la identidad de género.
Sin embargo, a veces las personas trans sufren malos tratos en hospitales, clínicas y consultorios. En algunas ocasiones, esto se debe a observaciones fuera de lugar acerca de la identidad de género que cada persona ha elegido o a comentarios que algunos encuentran graciosos pero que pueden resultar ofensivos.
En otras ocasiones, surgen inconvenientes ligados a aspectos organizativos y/o burocráticos. Un ejemplo de esto se puede producir si una persona no ha actualizado su DNI a su identidad de género. En estos casos, pueden suscitarse preguntas que resulten incómodas. Otra situación que cause malestar y confusiones puede producirse si una persona ha elegido un cambio de género y concurre a un centro donde ya tiene una historia clínica con su nombre anterior.
Recomendaciones para profesionales y centros de salud
En los consultorios de RP/Salud buscamos siempre garantizar un trato digno para todas las personas. Para esto, nos apoyamos en las siguientes recomendaciones para una comunicación respetuosa:
– Llamar a las personas por el nombre que han elegido. Si dudamos, porque en el DNI consta un nombre anterior, es preferible utilizar el apellido.
– Respetar la identidad de género de cada persona, sin estereotipos ni prejuicios.
– Restringir el uso de formas de tratamiento que estén marcadas genéricamente, como “caballero” y “señorita”. En estos casos es mejor utilizar el nombre propio.
– Prestar atención a los pronombres usados (consultar si la persona prefiere “él” o “ella”, o si prefiere un pronombre no binario como “elle”).
– No generar ni participar de situaciones en las que las personas sean maltratadas, burladas o discriminadas.
– Evitar expresiones que indican “patologización” de las identidades de género frente a un modelo “normal”.
– Asegurar la privacidad y la confidencialidad de las consultas médicas.