Terapia ocupacional: ¿qué es?

Te contamos en qué
consiste la terapia que cura mediante la actividad cotidiana. La integración y
la acción para vivir mejor.

¿Sabías cómo comenzó su carrera Julio Iglesias? A los 19 años era jugador de
fútbol y entrenaba en el Real Madrid, en España, mientras terminaba la carrera
de Derecho. Una noche, volviendo con sus amigos de una fiesta, sufrió un
gravísimo accidente de tránsito que lo dejó en cama, diagnosticado con una
parálisis que amenazaba con volverse permanente. Aunque hacía el tratamiento de
rehabilitación indicado por los médicos, se deprimía cada vez más en la soledad
de su habitación. Empezó a escribir poemas y relatos. Un enfermero le regaló
una guitarra, que aprendió a tocar y con la que empezó a musicalizar los poemas
que escribía. El tiempo pasó más rápido, su mente y sus piernas se recuperaron
y, al salir del hospital, decidió poner un nuevo rumbo a su vida. Y el resto es
historia.

¿Qué hubiera pasado si se hubiera quedado mirando televisión -o el celular-
todo el día? La terapia ocupacional tiene una respuesta: probablemente no se
hubiera recuperado, o al menos no al mismo ritmo ni con el mismo éxito. Para la
Organización Mundial de la Salud, realizar actividades aplicadas y sistemáticas
con un fin terapéutico permite prevenir la enfermedad y mantener la salud,
además de favorecer el restablecimiento de las funciones mentales o corporales
afectadas por una condición, una enfermedad o un accidente. La función de estas
actividades, que en su conjunto llamamos terapia ocupacional, es la
de conseguir la mayor independencia posible de los pacientes para su plena reinserción
social y laboral, en los planos físico y mental.

El terapista ocupacional, entonces, es un profesional capacitado para analizar
la situación de cada persona, seleccionar las actividades que mayor beneficio
podrían traerle y ayudar a ponerlas en práctica. Con frecuencia trabaja en
equipos interdisciplinarios que, en clínicas, centros de salud y hospitales,
ayudan a mejorar la calidad de vida, la autonomía y la relación con otros de
sus pacientes.

En Argentina, la formación profesional de terapistas ocupacionales comenzó en
1956, frente a la epidemia de poliomielitis que dejó a miles de personas con
discapacidades físicas de distinto tipo. Preocupados con la rehabilitación y la
integración de las víctimas de la enfermedad, se convoca a un grupo de
terapistas ocupacionales británicas que, en 1959, fundan la primera escuela de
esta especialidad en el país. Desde entonces, desarrollan sus tareas en muchos
ámbitos que no se limitan al campo de la salud: hogares de ancianos, institutos
de menores, escuelas de educación especial, talleres protegidos. Incluso se
insertan en el campo de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo para acompañar
el proceso de rehabilitación de las víctimas de enfermedades o accidentes de
trabajo.

Desde el año 1985, cada 10 de septiembre se celebra el día del Terapista
ocupacional en Argentina. ¡Felicidades!

 

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