El personal de salud aprendió que la biología humana se clasifica según
dos tipos de órganos reproductivos: los femeninos y los masculinos. Pero ¿es
realmente así? Te contamos qué significa ser una persona intersexual y qué
puede hacer la medicina para tratar a pacientes intersex en un mundo cada vez
más diverso.
Cuando adquirimos una prepaga u obra social, tenemos que completar un
formulario indicando nuestro sexo: F o M. Cuando consultamos con especialistas
de la salud, cuando nos sometemos a intervenciones médicas y en infinidad de
situaciones que ocurren en el mundo de la medicina, las personas somos tratadas
considerando cuáles son nuestros órganos sexuales. Esto es comprensible porque
las patologías y tratamientos no son iguales para mujeres y para varones. Pero,
¿qué ocurre con las personas cuyas características biológicas no pueden
atribuirse exclusivamente ni al sexo femenino ni al masculino? ¿Cómo acceden a
la medicina quienes no encajan en la clasificación estándar según sus órganos
sexuales y reproductivos?
Los derechos de las personas intersex han sido y son frecuentemente
vulnerados. Tan es así que en la campaña Librese Iguales, la Organización de Naciones Unidas establece
la necesidad de elaborar leyes y políticas a nivel mundial para proteger y
respetar los derechos humanos de estas personas. Y en esto, la medicina juega
un papel central.
¿Qué
significa ser intersex?
Como explica el activista intersex Mauro Cabral en una entrevista para Télam, una persona intersexual es aquella que “nace con un cuerpo que varía
respecto de los cuerpos femeninos y masculinos promedio”. Esta variación se
puede expresar en los cromosomas, en las gónadas o en los genitales, y no
siempre se nota al nacer sino que puede manifestarse en la pubertad. Algunas
variaciones cromosómicas, incluso, pueden no ser físicamente visibles nunca en
la vida del adulto.
Como al nacer tienen algunas características biológicas propias del
varón y otras de la mujer, muchas veces los médicos, con autorización de la
familia, les asignan un género al nacer (femenino o masculino). Para ello, a
veces incluso se hacen tratamientos que duran años y cirugías que tienen
consecuencias dolorosas -física y psicológicamente- y que la mayoría de las
veces son irreversibles. En otras palabras, se prioriza que las niñas y niños
tengan los genitales socialmente aceptados más que el hecho de que puedan ejercer
libremente sus derechos sexuales y reproductivos.
En los últimos años, sin embargo, se ha avanzado en el respeto a las personas
intersex. La ficha de datos Intersex de Naciones Unidas considera que es fundamental que las personas que
trabajan en salud respeten la autonomía de las personas intersex y su
integridad física, sin la necesidad ni la obligación de adaptarse a los rasgos
femeninos o masculinos. En Argentina, la Ley de Identidad de Género N° 26.743 define la identidad de género como “la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con
el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del
cuerpo”.
Las intervenciones quirúrgicas y tratamientos dirigidos a eliminar los
rasgos intersexuales responden, la mayoría de las veces, al desconocimiento de
padres, madres y personal de salud. Como resultado, cuando se trata de personas
intersex, quienes integran el sistema de salud actúan movidos por preconceptos
sociales basados en estereotipos de género.
Algunas
diferencias
El lenguaje con que se nombra esta condición es crucial. “Intersex” no
es lo mismo que hermafrodita. Este último término se basa en la caracterización
sexual según las gónadas de la persona: los hermafroditas tienen a la vez tejido testicular
y ovárico (por ejemplo, ovotestes). Si bien los hermafroditas son intersex, no
todas las personas intersex son hermafroditas.
Aunque la
Clasificación Internacional de Enfermedades de 2018 incluye las variaciones
intersex como “trastornos en el desarrollo sexual”, las organizaciones de
activistas la rechazan. Desde esta perspectiva, se trata de una variación
genética que ocurre naturalmente y su rechazo es puramente un problema social. En esta línea, otra de las medidas
propuesta por Naciones Unidas para respetar los derechos humanos de
quienes son intersexuales es “prohibir la cirugía y los procedimientos
médicamente innecesarios sobre los caracteres del sexo de los niños intersex”.
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