Consejos para describir tu estilo de trabajo

Te presentamos algunas preguntas que nunca faltan en las entrevistas de trabajo y que pueden ayudarte a ser mejor en lo que hacés.

Ya sea en una entrevista de trabajo o en una de esas conversaciones casuales que pueden decidir tu próximo ascenso, es habitual que nos pregunten por nuestro estilo de trabajo. De esta manera, nuestros jefes o potenciales empleadores evalúan tanto si podemos sumarnos positivamente a la cultura de trabajo de la compañía, como en qué medida nos conocemos a nosotros mismos, nuestras debilidades y fortalezas.

Aunque no existe un manual ni un cuestionario ya fijado para esto, es habitual que sean preguntas abiertas y relativamente ambiguas, en las que el contenido es responsabilidad de quien responde. Sabiendo esto, es importante prepararnos para presentar nuestro estilo de trabajo bajo una luz lo más positiva posible

Algunas pistas sobre qué decir (y qué no)

Muchas veces nos sentimos tentados, frente a este tipo de preguntas, de responder con clichés y frases hechas. Si la persona que tenés enfrente tiene experiencia (y lo más probable es que la tenga), está cansada de escuchar que tenés “una actitud positiva”, te gusta “conocer personas nuevas” y hacer “trabajo en equipo”. Tampoco exageres o mientas acerca de tus cualidades; no digas que sos “muy perfeccionista” si, en cambio, tenés una mirada muy general acerca de los hechos. Buscá el ángulo positivo acerca de tu forma de trabajar: entender globalmente los hechos es también una virtud.

Aquí van algunas pistas acerca de cómo describir tu estilo de trabajo:

– Precisión y velocidad. Si trabajás de manera rápida y eficiente en tu oficio, es importante que lo señales, especialmente si el puesto lo demanda. Sin embargo, a veces son cosas que no van de la mano: es preferible señalar que te interesa cubrir todos los detalles aunque eso lleve más tiempo. O, al contrario, que sos capaz de resolver situaciones de crisis y luego planificar los pasos para reducir los daños.

– Solo o en equipo. No siempre es mejor trabajar en equipo. Algunos puestos necesitan de individuos con autonomía y capacidad de tomar decisiones; sin embargo, si este es tu caso, es importante señalar que estás abierto a recibir opiniones y contribuciones de los demás.

– Tu estilo de comunicación. ¿Preferís resolver los problemas en persona o por mail? ¿Sos directo y claro en tus mensajes o tenés un estilo más atento al otro y sus circunstancias? Cualquiera de estas alternativas puede ser válida siempre y cuando enfatices cómo contribuye al estilo de trabajo de la compañía y al puesto para el que estás siendo evaluado.

– Breve y claro, pero atento al otro. Una respuesta breve y clara, que no deje lugar a dudas, suele ser muy bien valorada en una entrevista de trabajo. Sin embargo, a veces nuestro interlocutor necesita conocernos mejor como personas: nuestro tipo de humor, nuestra biografía, nuestros conocimientos de cultura general. En cualquier caso, tratá siempre de estar atento a lo que el otro te está pidiendo/ preguntando (y no solamente a lo que vos querés decir).

– ¿Cuáles son los límites del trabajo? Aunque muchas veces pensamos responder “sin límites”, “estoy dispuesto a hacer lo que sea”, son respuestas poco convincentes. Por una parte, porque parecen indicar que no te conocés realmente, o que no sos capaz de anticipar las tareas a realizar y el esfuerzo que llevan. Por otra parte, porque puede ser que luego te exijan trabajar sin límites y no tengas derecho al cambio. Es importante que te conozcas y muestres seguridad a la hora de valorar tu trabajo, pero también sus límites.

No existe una receta acerca de cómo describir nuestro estilo de trabajo. Con el tiempo y la experiencia aprendemos a hacerlo mejor y más ajustadamente. Es importante siempre responder desde lo que estamos dispuestos a hacer, mostrando nuestras limitaciones como valores, y no mintiendo acerca de virtudes que no tenemos.

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