En ocasiones, los espacios laborales son los grandes enemigos de las dietas: hambre a deshoras, no poder elegir una colación saludable y pausas breves pueden boicotear nuestro deseo de cuidarnos. En esta nota te contamos un poco más sobre la costumbre de picotear en el trabajo.
¿Qué es el picoteo entre comidas?
Hablamos de “picoteo” para referirnos al consumo de alimentos entre las comidas principales (desayuno, almuerzo, cena). Suele consistir en pequeñas ingestas, muchas veces sin planificarlas y, a veces, como una respuesta al aburrimiento, la ansiedad o disponibilidad de los alimentos.
El “picoteo” no es necesariamente algo negativo. Si se hace de forma equilibrada y consciente de la calidad alimentaria de lo que consumimos puede ayudarnos a llegar con menos hambre a las comidas principales y también a incorporar nutrientes importantes. Sin embargo, muchas veces picoteamos alimentos ultraprocesados, altos en calorías y de baja calidad nutricional.
Efectos en la salud
Cuando entre comidas se consumen snacks ricos en azúcar, grasas saturadas o sal, se puede superar la cantidad de calorías para el cuerpo. Esto, si se sostiene en el tiempo, puede generar aumento de peso y de la grasa corporal.
Asimismo, los alimentos que suelen comerse entre comidas son galletitas, snacks salados y golosinas. Estos alimentos tienen muchas calorías, sodio y grasas no saludables. Esto implica que aunque “comamos”, no nos estamos alimentando, porque no siempre llegamos a cubrir los nutrientes clave para nuestro organismo (fibras, vitaminas, minerales, proteínas).
¿Cuál es la relación con el trabajo?
El ámbito laboral puede tener un impacto muy negativo en el picoteo de alimentos. En algunos ámbitos laborales, la disponibilidad de alimentos ultraprocesados (en kioscos, máquinas expendedoras), las jornadas largas y el estrés hacen que el picoteo se vuelva más frecuente.
En otras ocasiones la influencia es de las pausas breves entre tarea y tarea, esto lleva a que los trabajadores deban consumir algo rápido para volver a trabajar. En general, en estos casos, las personas suelen resolver comiendo snacks o galletitas.
El picoteo debería ser encarado como problema tanto individual como laboral. Por un lado, es un desafío individual elegir qué y cuándo comer, priorizando la salud y siendo conscientes de nuestros organismos. Por otro lado, a nivel organizacional se debe planificar el ambiente de trabajo de tal modo de que se reduzca el problema de la mala alimentación.
En los trabajos se puede garantizar que haya una heladera para conservar alimentos frescos y un dispositivo para calentar la comida elaborada en los hogares. También se podría solicitar que se vendan productos frescos y sanos y que se limite la presencia de ultraprocesados .
Snacks saludables para llevar al trabajo
Si sos fan del picoteo y no se te ocurre ninguna idea para mejorar tu alimentación, acá te dejamos algunas opciones recomendadas para que sorprendas a todos en la oficina.
Importante: son fáciles de preparar y llevar a los puestos de trabajo.
● Frutos secos sin sal añadida como nueces, almendras y castañas de cajú.
● Yogur natural o con frutas y semillas.
● Pequeñas porciones de vegetales crudos: bastones de zanahoria, rodajas de apio y
tomatitos cherry.
● Frutas frescas de estación
● Barritas de cereal o snacks de arroz sin azúcar adicional. Revisalas bien porque
algunas son tramposas.
● Galletas de arroz con mantequilla de maní (o de almendra) sin azúcar añadida.
En resumen, el picoteo entre comidas es una costumbre muy extendida que puede verse favorecida en algunos ámbitos laborales. Detenernos a pensar lo que comemos cada día y en qué condiciones puede ayudarnos a revertir estos hábitos perjudiciales y mejorar nuestra nutrición y bienestar.