La salud bucodental es imprescindible para el normal desarrollo de la vida cotidiana. En esta nota te contamos en qué consiste, cuáles son los principales problemas que podés tener en tu boca y cómo prevenirlos.
Salud de boca y dientes
La salud bucodental abarca la capacidad de morder, masticar, sonreír, hablar y comunicar con confianza, sin dolor, incomodidad ni enfermedad. Tener dientes sanos implica que la boca, los dientes y las encías funcionen correctamente y sin molestias, esto esencial para una vida saludable y el bienestar emocional.
Principales problemas bucales
● Caries dental: es una enfermedad crónica muy frecuente y está causada por bacterias. Estas bacterias fermentan azúcares y generan ácidos que desmineralizan el esmalte dental, lo que provoca cavidades que pueden llegar al nervio, producir
infecciones y hasta la pérdida del diente.
● Enfermedad periodontal: incluye gingivitis (inflamación y sangrado de encías) que, si progresa, puede convertirse en periodontitis, es decir, la destrucción del soporte óseo y eventualmente pérdida de los dientes.
● Acumulación de placa y sarro
● Halitosis, o mal aliento.
● Lesiones bucales, como aftas y llagas.
Prevención y cuidado
Para prevenir los problemas que afectan la salud bucodental, es necesario cuidar nuestra boca y dientes con prácticas cotidianas. A continuación te dejamos algunos consejos:
1. Higiene diaria adecuada: cepillarse al menos 2 veces por día durante 2 minutos, con pasta dental con flúor.
2. Usar hilo dental diariamente para limpiar espacios donde el cepillo no llega.
3. Enjuagarse con colutorio sin alcohol tras el cepillado (idealmente con flúor según indicación profesional)
4. Alimentación saludable, evitando el exceso de azúcares refinados y alimentos pegajosos. Preferir frutas, verduras y lácteos.
5. Aplicaciones profesionales de flúor y selladores, que fortalecen el esmalte y previenen lesiones.
6. Visitas periódicas al odontólogo cada 6 meses, o según riesgo individual. Permite limpieza, diagnóstico temprano y atención personalizada
7. Evitar hábitos como el tabaco y el alcohol en exceso. También los piercings bucales son perjudiciales ya que retienen bacterias y pueden producir lesiones o desgaste dentario.
El cuidado diario y el control de los riesgos son fundamentales para tener una boca sana toda la vida.