Se acercan las fiestas. Entre
balances, liquidaciones y pedidos de vacaciones, tenemos que hacer regalos.
¡Regalos! A nuestros clientes, a nuestros empleados, a nuestros colegas, a
nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros conocidos. A nosotros mismos.
La ecuación de los regalos de fin de año suele
resolverse en un presupuesto por unidad con un conjunto de productos típicos:
una canasta con una botella de espumante, pan dulce, turrones. ¿Vale la pena
salirse de las opciones tradicionales?
Cuando hacemos un regalo, no sólo damos algo a
alguien; también decimos algo de nosotros mismos: cuáles son nuestros
intereses, nuestros gustos, nuestro estilo y, fundamentalmente, qué relación
queremos establecer con el otro, cómo esperamos que el otro nos recuerde. Es
por eso que un regalo original, sin ser necesariamente más costoso, puede hacer
que nos destaquemos del resto.
Hacer que nuestros regalos sean originales y
además saludables es sencillo. Para evitar caer en los regalos de producción en
serie, se puede acudir a pequeños emprendimientos locales o medianas empresas
cuyos productos generen una imagen más cercana, más personal y al mismo tiempo
más amigable con el medio ambiente. Se puede componer la clásica canasta
navideña con productos de manufactura casera o artesanal, alimentos regionales
u orgánicos. Un budín de algarroba, un pan dulce casero hecho por un
emprendimiento familiar, unas galletas navideñas encargadas al gusto de las
personas a quienes se las vamos a regalar son detalles que van a llamar la
atención, en contraste con los productos industriales.
Nuestros regalos pueden ser, además de
originales y útiles, ecológicos y económicos. Existe una gran cantidad de
artículos de escritorio realizados con materiales reciclados que pueden
asociarnos a nosotros o a nuestra empresa- a un compromiso con el medio
ambiente. Es cada vez mayor la variedad de lápices y bolígrafos realizados en
papel, además de blocs, libretas y agendas. Desde un aspecto más rústico a uno
más cuidado y elegante, las opciones de regalos sustentables también hablan de
nuestro estilo.
En la ciudad de Buenos Aires hay numerosos mercados de artesanos y manualistas en los que podremos encontrar regalos
originales, que tendrán mayor valor y el mismo precio que los tradicionales.
Las redes sociales, como Facebook, ofrecen ilimitadas posibilidades de contacto
con pequeños emprendedores y la oferta más variada de productos manufacturados
artesanalmente. Es cuestión de explorar y elegir cuál es el regalo con el que
nos queremos identificar y qué tipo de vínculo buscamos establecer con quien lo
recibirá.
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