La salmonella es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria presente en animales y productos alimenticios de origen animal. Si bien no suele ser mortal, constituye una amenaza para la salud. En esta nota te contamos cuáles son los principales síntomas y cómo podés prevenirla.
¿Salmonella o Salmonelosis?
En realidad, el nombre adecuado para la enfermedad es salmonelosis, aunque a veces se hace referencia a ella como Salmonella, que es el nombre de la bacteria (grupo de bacterias, específicamente) que causa la enfermedad. Las bacterias del género Salmonella viven en los intestinos de los animales y de los humanos, y están presentes en sus heces.
La enfermedad Salmonelosis se contagia a través del contacto con las heces de los animales infectados o por el consumo de los alimentos contaminados.
Los síntomas de la infección por salmonelosis son:
–náuseas y vómitos
–dolores abdominales
–diarrea
–fiebre
–dolor de cabeza
Estos síntomas pueden comenzar hasta 72 horas después del contacto con la bacteria y suelen durar de 4 a 7 días. En general no es una enfermedad grave, aunque puede llegar a ser mortal para bebés, ancianos e inmunodeprimidos.
Modos de contagio
El contagio de salmonelosis está asociado al contacto con los animales y, especialmente al consumo de productos alimenticios contaminados. La carne cruda (de vaca, cerdo o ave) puede haberse contaminado con la bacteria Salmonella durante el proceso de faena. El pescado y los mariscos pueden tener la bacteria si se obtienen de aguas contaminadas.
En los huevos también puede estar presente la bacteria y no solamente en la cáscara.Las frutas y vegetales pueden estar contaminados si han sido lavados con agua contaminada con salmonella o si existe la contaminación cruzada durante el preparado de los alimentos.
Prevención de la salmonelosis
La infección por Salmonella puede ser prevenida considerando la higiene en la manipulación y la preparación de los alimentos.
Entonces, para evitar el contagio se sugiere:
–Lavar bien con agua potable las frutas y verduras.
–Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos crudos, después de ir al baño y después de tocar animales.
–Mantener limpias las superficies, recipientes y cubiertos que se usan para preparar alimentos.
–Consumir leche y derivados pasteurizados.
–Cocinar completamente (por encima de 71°C) las carnes rojas, de ave, huevo y las preparaciones que los contengan.
–Evitar el consumo de huevos que estén rotos o sucios.
–Evitar la contaminación cruzada, especialmente entre carnes crudas y verduras.
–Evitar comer huevos crudos o alimentos donde el huevo no esté completamente cocido.
–No dejar las preparaciones por más de una hora a temperatura ambiente.