La mayoría de nosotros tenemos lunares en la piel. Sabemos que algunos pueden ser peligrosos pero no siempre tenemos en claro cuáles son las pautas de alarma ni cuándo debemos consultar con un dermatólogo. En esta nota te damos más información para que estés alerta.
¿Qué son los lunares?
Los lunares, conocidos médicamente como nevos, son proliferaciones de células en la piel que contienen melanina, el pigmento responsable de la coloración. Estas células, denominadas células névicas, se agrupan formando pequeñas manchas o bultos de tonalidad marrón o negra. En raras ocasiones pueden tener otra coloración. Los lunares pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y variar en tamaño y forma.
Los lunares pueden ser congénitos y estar presentes desde el nacimiento. También pueden ir apareciendo durante la infancia o la adultez temprana. Su desarrollo está influenciado por factores genéticos y ambientales. La exposición a la radiación ultravioleta es un factor determinante en su aparición y evolución.
Las personas de piel clara suelen tener una mayor cantidad de lunares, debido a una menor protección natural contra la radiación UV. Además, factores genéticos influyen en la predisposición a desarrollar más lunares.
¿Todos los lunares son peligrosos?
La mayoría de los lunares son benignos y no representan un riesgo para la salud. Sin embargo, algunos pueden transformarse en melanoma, un tipo agresivo de cáncer de piel. Es crucial identificar los signos de alerta utilizando la regla del ABCDE:
● Asimetría: cuando una mitad del lunar no es igual a la otra puede ser signo de un lunar peligroso.
● Bordes: si los bordes son irregulares, desiguales o poco definidos es importante hacer una consulta con un especialista.
● Color: si el lunar varía en su tonalidad puede ser un índice de peligrosidad.
● Diámetro: es necesario prestar atención a los lunares que miden más de 6 milímetros de diámetro.
● Evolución: los cambios en tamaño, forma, color y la aparición de síntomas como picazón o sangrado son signos de alerta.
Si un lunar presenta alguna de estas características, es fundamental consultar a un dermatólogo.
Los melanomas representan aproximadamente el 1% de los casos de cáncer de piel, pero es responsable de la mayoría de las muertes por esta causa. En nuestro país se estima que el 52,8% de los casos de melanoma pueden atribuirse a la exposición a rayos UV, ubicando al país en un riesgo medio a nivel mundial. Anualmente, alrededor de 600 personas fallecen debido al melanoma en el país.
Control y seguimiento de los lunares
Actualmente, se recomienda realizar un control dermatológico anual de los lunares. Esta recomendación es especialmente importante para personas que tengan muchos lunares o a quienes les hayan aparecido muchos en el último tiempo. También para aquellas personas que tienen mayor riesgo de padecer cáncer de piel, es decir, personas con antecedentes personales o familiares de cáncer.
Durante la consulta, el dermatólogo realiza una inspección visual de la piel y puede utilizar la dermatoscopia, una técnica que permite observar estructuras no visibles a simple vista. Esto facilita la detección precoz de lesiones malignas o potencialmente malignas.
En determinadas circunstancias, los médicos pueden recomendar la extirpación de un lunar. Esto puede sugerirse cuando se sospecha malignidad del lunar por la evaluación clínica y dermatoscópica, cuando el lunar está ubicado en zonas de roce constante o traumatismo recurrente o por motivos estéticos a petición de los pacientes.La cirugía se realiza bajo anestesia local y el tejido extraído se envía a un laboratorio para su análisis histopatológico, lo que permite confirmar o descartar la presencia de células malignas.
La vigilancia regular de los lunares y la protección adecuada contra la radiación UV son esenciales para la prevención y detección temprana del cáncer de piel. Ante cualquier cambio sospechoso en un lunar, es imperativo consultar a un dermatólogo para una evaluación adecuada.