Los estudios de laboratorio son parte de los exámenes preocupacionales

Exámenes preocupacionales: lo que siempre quisiste saber

Tenés una entrevista laboral, te va bien, sos ideal para el puesto de trabajo. Te piden que te hagas los exámenes preocupacionales antes de la contratación efectiva, ¿para qué? ¿Qué quieren saber sobre tu salud? ¿Necesitás hacer una preparación previa? ¿Los resultados son condicionantes para conseguir el trabajo? En esta nota te contamos lo que necesitás saber.

En principio, sí, los resultados de los exámenes preocupacionales son determinantes para ingresar a un trabajo. Se debe a que son estudios que muestran si los postulantes son aptos para las actividades que se les requerirán. Esto no quiere decir que si tenés alguna condición física o alguna enfermedad preexistente no vayas a conseguir el puesto, aunque puede ser una restricción. Los médicos laborales y los empleadores evalúan las tareas y la ubicación de los candidatos en función de los riesgos psicofísicos que suponen las diferentes tareas y ambientes laborales. 

Los preocupacionales son importantes también para garantizar el funcionamiento adecuado del sistema de aseguradoras de riesgos del trabajo (ART). En nuestro país, el sistema de seguridad social busca prevenir los riesgos de las actividades laborales y reparar (en la medida de lo posible) los daños relacionados con los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. Para esto, es importante que los empleadores y las aseguradoras sepan sobre el estado de la salud de los trabajadores al momento de ingresar a los puestos laborales específicos. 

¿Qué exámenes incluyen los estudios preocupacionales?

En general los estudios preocupacionales incluyen un examen físico completo, una radiografía de tórax, un electrocardiograma, un examen de agudeza visual y un análisis de laboratorio. El estudio de laboratorio consiste en un hemograma completo, eritrosedimentación, uremia, glucemia y orina completa. Para esto último es importante que sigas las indicaciones que te den. Por ejemplo, que respetes el tiempo de ayuno previo a la extracción de sangre y que lleves la orina de la mañana solo si te lo solicitan. También pueden pedirte recolectar la muestra en el momento del examen. 

Adicionalmente, según cuál sea el trabajo de la postulación, se pueden realizar algunas pruebas más específicas. En algunos casos se solicitan estudios neurológicos y psicológicos cuando la actividad laboral puede significar riesgos para la persona y la comunidad (por ejemplo trabajos en altura, choferes de colectivos) o audiometrías, cuando existen riesgos laborales ligados a la pérdida del oído. 

Algunos puntos importantes que tenés que tener en cuenta:

I. Son obligatorios, no podés negarte a realizártelos si querés comenzar ese trabajo.

II. Te van a solicitar información sobre tus antecedentes médicos y patologías previas. Esto tiene tiene carácter de declaración jurada

III. Tenés derecho a pedir el resultado de tus exámenes preocupacionales.

En algunos casos la realización de estos estudios ha dado lugar a prácticas discriminatorias. Específicamente, cuando empleadores han elegido no contratar postulantes por ser portadores de enfermedades de transmisión sexual. En la actualidad, la ley 27675 prohíbe expresamente el testeo diagnóstico de VIH, hepatitis viral y otras ITS en los exámenes preocupacionales. Nadie puede obligarte a realizarte estas pruebas para acceder a un puesto de trabajo. 

El espíritu de la obligatoriedad de los exámenes preocupacionales tiene que ver con preservar la salud de los trabajadores evaluando su aptitud específica para un determinado desempeño laboral y generar alertas si esa tarea supone riesgos que pueden desmejorar la salud de esos postulantes. Si tenés más dudas podés consultar con la Secretaría de Riesgos del Trabajo (SRT).

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