En los últimos meses han circulado en medios de comunicación casos de personas que
descubren el autismo en la adultez. Algunas veces se trata de personas famosas que,
tras muchos años, llegan a un diagnóstico tardío de autismo. Estos casos han generado
preguntas como si es posible desarrollar autismo en la adultez o si es frecuente que los
grandes descubran que son autistas. En esta nota te contamos más.
¿Qué es el autismo?
Para empezar el autismo no es “una sola condición”, de hecho, se suele hablar de un
Espectro Autista para dar cuenta de trastornos que abarcan muchas configuraciones a nivel
neurocognitivo y diversas manifestaciones y síntomas. Las principales manifestaciones de los trastornos del espectro autista (TEA) se revelan en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de la conducta. Los científicos aún no han hallado la causa del autismo, aunque se ha descartado como erróneo el mito que lo relacionaba con la vacunación.
En general, no es frecuente descubrir el autismo en la adultez. Se trata, por el contrario, de
trastornos que suelen ser detectados en los primeros dos años, aunque en algunos casos
se puede descubrir más adelante en su desarrollo. Esto se debe a que los diagnósticos son
complejos e involucran una serie de evaluaciones multidisciplinarias de especialistas en
conducta, lenguaje y desarrollo.
Autismo en la adultez
Resulta entonces que existen algunos casos de personas a las que se les ha diagnosticado
autismo en la adultez. Se trata de hombres y mujeres a los que el diagnóstico les llega de
manera muy tardía, después de haber atravesado la infancia y la adolescencia. En estos
casos puede deberse a que la información y la actualización médica sobre los TEA ha
avanzado mucho en los últimos años, por lo que algunas personas comienzan a consultar
luego de haber sufrido de manera leve algunos de los siguientes síntomas :
– Dificultades para formar y mantener amistades.
– Problemas comunicacionales con personas de la misma edad y con adultos.
– Incomprensión acerca de pautas sociales y expectativas compartidas.
– Dificultades de socialización en los ámbitos laborales y educativos.
– Hipersensibilidad a algunos estímulos.
Autismo y trabajo
Descubrir el autismo en la adultez a menudo implica desafíos en los ámbitos académicos y
laborales. Esto se debe a que las personas que sufren TEA también son víctimas de
procesos discriminatorios y excluyentes que no tienen en cuenta las particularidades de
esta condición. En las entrevistas laborales, por ejemplo, los encargados de la selección del
personal suelen fijarse en normas sociales (como la etiqueta y la amabilidad) que son difíciles para las personas con autismo. A su vez, algunos trabajos implican el vínculo con clientes o con compañeros, lo que también puede suponer un desafío mayor para las personas con TEA.
En los últimos años se han desarrollado programas específicos de formación laboral
destinados a personas con TEA para ayudarlos en el proceso de inclusión. También han
surgido organizaciones que fomentan la inclusión de neurodivergentes en el ámbito laboral
y empresas que implementaron programas específicos para la contratación de personas
autistas.