Después de unos días en la playa, nuestra
piel nos da señales de que necesita un poco más de atención. En esta nota te
contamos cómo cuidarla.
Cada vez somos más conscientes de los
riesgos del sol para nuestra salud, y es por ello que usamos anteojos con
filtros UV, protector solar de un factor adecuado para nuestra piel y limitamos las
horas de exposición.
Sin embargo, pocos advierten de los
efectos que el agua del mar tiene en nuestra piel y cabello: además de contener
sal (que reseca y resquebraja nuestra piel), el agua de mar de todo
el mundo se encuentra contaminada, en mayor o menor medida, con polímeros y
plásticos.
Es por ello que es importante cuidar
nuestra piel después de exponerla al agua marina:
– Siempre debemos tomar un baño después de ir al mar,
para eliminar la sal, impurezas y partículas tóxicas que quedan en la piel.
– También se recomienda usar una crema hidratante
corporal, especialmente las que incluyen compuestos descongestivos como el aloe
vera o la manzanilla.
– La piel del rostro, el cutis, necesita una atención
especial por su delicadeza. Conviene usar emulsiones libres de
aceites para limpiarla y luego una crema hidratante.
– El jabón en barra suele incluir elementos corrosivos
y, además, deshidrata la piel. Es por ello que se recomienda usar, durante la
época de playa, jabones líquidos además de cremas hidratantes.
– Finalmente, la alimentación es tan importante como
el uso de cremas y lociones: tomar abundante agua, consumir frutas y fibras
ayudan a mantener la piel sana e hidratada durante todo el verano.
No es mucho lo que se necesita para que nuestra piel
esté y luzca saludable; sólo adoptar algunos hábitos para cuidarnos, además del
sol, del agua de mar.
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