Solemos aumentar de peso en el invierno porque
confundimos comidas calientes con comidas calóricas. Te proponemos cinco
comidas sanas y sin gluten para pasar el invierno, sin subir de peso.
Sopa de calabaza. Es súper fácil y le
gusta a todo el mundo. Los ingredientes: una calabaza, dos cebollas, un puerro
(¡o la verdura que tengas!) y condimentos a gusto. El ingrediente estrella: una
papa, genera cremosidad sin necesidad de usar crema. Para hacer la sopa, tenés
que cortar la calabaza y la papa en cubos grandes, picar las demás verduras y
poner todo junto en una cacerola con un chorrito de aceite. Agregar sal a gusto
y tapar unos minutos. Condimentar con tus especias preferidas; el pimentón y el
curry quedan muy bien en este plato. Una vez que las verduras empiezan a
ablandarse apenas, echar agua hasta cubrirlas. Cuando está todo cocido,
minipimer ¡y listo! Un tip: a más tiempo de cocción, la sopa tendrá más sabor
aunque menos color.
Guiso de lentejas. Sí, el guiso suele tener
productos con alto nivel calórico, como panceta y chorizo colorado. La opción
saludable es reemplazar estos ingredientes por carne magra y verduras.
Para hacer el guiso es necesario remojar previamente
las lentejas por tres horas. Para un kilo de lentejas, el procedimiento es el
siguiente. Primero, cortar medio kilo de carne magra en cubos y sellar en una
cacerola. Una vez que la carne esté sellada, agregar en esa misma olla dos
cebollas medianas picadas, tres ajos enteros, laurel, las lentejas remojadas y
un poquito de aceite. Ojo: el aceite reutilizado tiene muchas calorías, es
mejor usar siempre aceite nuevo. Una vez que las verduras se ablanden, agregar
una lata de salsa de tomate, sal a gusto y una cucharadita de azúcar. Tapar
durante quince minutos y agregar dos litros agua caliente. Después de veinte
minutos, agregar calabaza y batata en cubos. Esperar quince minutos más ¡y a
comer!
Arroz con pollo. Este
plato es un clásico. La clave de la receta es que el pollo se cocine con mucho
tiempo. Entonces: poner en una olla un pollo trozado o la misma cantidad de
pata y muslo que comensales. Una vez sellado el pollo, agregar laurel, cebolla,
ajo y morrón rojo. No hace falta poner aceite. Después de quince minutos
agregar arroz (una taza cada dos o tres personas) y revolver constantemente
durante otros diez minutos. Agregar agua caliente en cantidad, porque se va a
ir consumiendo. Y ahora sí, condimentar: los infaltables son sal, pimentón y
condimento para arroz o azafrán. Cuando el arroz esté cocido, está listo tu
plato.
Ratatouille de verduras. Para esta receta
súper sana y apta vegetarianos, necesitás: ½ kilo de berenjenas, un calabacín,
dos cebollas, un morrón, cuatro dientes de ajo, cinco tomates y hierbas
frescas, como albahaca, tomillo, perejil o las que prefieras. El procedimiento
es muy sencillo: cortar las berenjenas en juliana y dejar reposar con sal
durante veinte minutos. Cortar las cebollas en pluma y rehogarlas en una sartén
durante cinco minutos. Cuando estén cocidos, quitar de la sartén y reposar.
Cocinar las berenjenas de cada lado en la misma sartén durante ocho minutos.
Añadir el calabacín y, por último, los tomates pelados y cortados. Ahora sí,
utilizar las hierbas frescas y revolver. Finalmente, volver a colocar en la
sartén la cebolla, el morrón y los ajos ya cocidos. Cocinar todo tapado a fuego
medio durante diez minutos más. Se puede acompañar con arroz o ensalada de
verdes.
Viandas saludables. Si no te gusta
cocinar, esta es una buena opción. Muchas empresas ofrecen viandas saludables
que permiten organizar la semana entera y que llegan ya listas para freezar o
poner en el horno.
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