Cáncer de mama: estudios para una detección temprana

Octubre es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama. Aprovechamos la efeméride para contarte cuáles son los estudios que permiten la detección temprana de esta enfermedad y por qué es importante no salteártelos.

Cáncer de mama: la importancia de la detección temprana

En la Argentina, el cáncer de mama tiene una tasa de incidencia alta, se detectan en el país entre 15 mil y 20 mil casos nuevos cada año. El cáncer de mama no puede evitarse, por eso la detección temprana es fundamental. Hallar un tumor a tiempo no solo reduce significativamente la mortalidad, sino que también permite optar por tratamientos menos agresivos.

El cáncer de mama en los primeros estadios es asintomático: solo puede ser descubierto mediante estudios específicos. Al principio no suele ser palpable o lo es mínimamente. A medida que el tumor crece se vuelve palpable en los exámenes físicos. Si el nódulo es detectado por la mujer en su autoexamen mamario, ya no se trata de una detección temprana y debe consultar de inmediato a un profesional. Solo en estadíos más avanzados de la enfermedad aparecen síntomas como la retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.

Estudios para detectar el cáncer de mama

Mamografía: es una técnica que observa el tejido de las mamas a usando rayos X (como una radiografía). Para realizarla, la mujer se coloca frente a una máquina especial, sobre una placa se apoya la mama, que luego es cubierta con otra placa. Entre ambas, se aplana la mama para tomar la imagen. Las mamografías permiten detectar tumores y microcalcificaciones. Según lo que observe en la mamografía, el profesional podrá tomar más imágenes, más grandes o desde diferentes ángulos. Estas imágenes luego son estudiadas por los médicos que son quienes indicarán los pasos a seguir si se detecta algo sospechoso. Se recomienda que todas las mujeres se hagan una mamografía por año después de los 40 años.

Ecografía mamaria: es una técnica de imágenes que permite observar en un monitor la estructura de los tejidos de la mama. La mama es preparada con un gel especial sobre el cual se aplica el trasductor ecográfico para ver los tejidos. A partir de esto, el especialista elabora un informe al que acompaña con imágenes de lo observado. Son los ginecólogos o mastólogos los que interpretarán este informe y las imágenes y le darán un diagnóstico a la paciente. El estudio ecográfico permite distinguir entre
un nódulo sólido y un nódulo líquido (quiste de mama), caracterizar mejor los nódulos sólidos (como complemento de la mamografía) y observar los ganglios axilares en pacientes que presentan nódulos sospechosos. Se recomienda que todas las mujeres se hagan ecografías mamarias como parte de sus chequeos de rutina.

Desde RP/Salud te recomendamos no pasar por alto los controles ginecológicos de rutina, hacerte con frecuencia un autoexamen de mamas y conversar con tu ginecólogo las dudas que tengas.

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