El 26 de agosto se celebra en nuestro país el día del vacunador y la vacunadora. Si bien no siempre se ha reconocido su importancia en los centros de salud, su rol durante la Campaña de Vacunación contra el Covid-19 muestra cuán esenciales son en el sistema sanitario. En esta nota indagamos acerca de su trabajo y su relevancia para el control de enfermedades.
La fecha de la celebración se debe a la conmemoración del nacimiento de Albert Sabin (1906-1993), el virólogo polaco-estadounidense que desarrolló la vacuna oral contra la poliomielitis. La vacuna Sabin, por su metodología de aplicación fácil y económica, permitió la inmunización eficaz de miles de personas contra la poliomielitis.
Los vacunadores son los agentes del sistema de salud (público y privado) que se encargan de garantizar la vacunación de todas las personas. Son médicos/as, enfermeros/as y auxiliares de enfermería (o estudiantes avanzados de esas carreras) que se capacitaron específicamente para aplicar vacunas. Esto implica estudiar y conocer el Calendario Nacional de Vacunación, las campañas vigentes y las especificidades de cada una de las vacunas (con sus posibles efectos adversos). También controlar los procesos de aplicación, conservación y registro. Además, existe un Registro Nacional de Vacunadores Eventuales. Este es un mecanismo estatal pensado para dar respuesta ante situaciones excepcionales, como la Campaña de Vacunación masiva de 2021.
¿En qué consiste el trabajo?
Usualmente solo vemos una parte de su trabajo: cuando preparan las inyecciones y nos van a pinchar ¡Ay! Sin embargo, ellos y ellas tienen diversas tareas y responsabilidades en su desempeño cotidiano. En primer lugar, son los encargados de revisar la correcta disponibilidad y mantenimiento de las vacunas, especialmente en lo que respecta a los vencimientos, lotes, etc. Además, deben informarse sobre los lineamientos que prescribe el Ministerio de Salud Nacional (y los referentes provinciales). Así, saben acerca de las campañas específicas, los objetivos de vacunación, el calendario obligatorio y los esquemas de aplicación y dosis.
En el momento de la inmunización también deben cuidar la higiene de los elementos y mostrar a los pacientes (o a sus padres) las vacunas con sus respectivas fechas de vencimiento. Como si fuera poco, los vacunadores deben lidiar con las diferentes reacciones de las personas que reciben las dosis. En general, los niños pequeños (y también algunos adultos) detestan ser pinchados, por eso deben contenerlos para que puedan ser vacunados. Finalmente, entre los llantos de los niños y las ansiedades de los grandes, suelen dar algunos consejos de cuidado, entre los que se destaca el “Consulten con su médico”.
Es por su invaluable trabajo que desde RP Salud les deseamos un feliz día del vacunador y la vacunadora.