Octubre es el mes dedicado a la
concientización sobre el cáncer de mama, una enfermedad en la que la detección
temprana es clave. Te lo contamos en esta nota.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres occidentales y la
principal causa de muerte por cáncer en Europa y varios países de América
Latina. Aunque aparece con mayor frecuencia en las mujeres mayores, la última
década ha mostrado un incremento de casi el 50% entre mujeres a partir de los
25 años. Es por ello que se recomienda realizar estudios periódicos a partir de
esa edad, lo cual favorece la detección precoz.
Aunque existen causas genéticas para el
desarrollo de este tipo de cáncer, la doctora Victoria Constanzo, de la Unidad
de Cáncer de Mama del Instituto Alexander Fleming, considera que están
presentes en un 10% de
los casos.
Del 90% restante se sabe que puede ser producto de múltiples factores, aunque
no todos ellos han sido claramente identificados. Estudios realizados muestran
que influyen notablemente hábitos y factores ambientales como la obesidad, el
sedentarismo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a
tratamientos de radioterapia y la administración de hormonas como estrógenos o
progesterona.
Sobre este último factor de riesgo se ha discutido mucho, puesto que los
anticonceptivos orales incluyen hormonas que aumentan
el riesgo de
desarrollar cáncer de mama entre sus usuarias. Se ha demostrado que la
lactancia, en cambio, ejerce un efecto protector.
Síntomas y controles
El método de detección más eficaz es la mamografía, que los médicos clínicos
deberían indicar rutinariamente a las mujeres jóvenes desde una edad temprana.
Muchas veces las mujeres no realizan el estudio por vergüenza, o los médicos no
lo indican. En estos casos, es importante pedirlo para conocer qué es lo que
pasa en nuestro propio cuerpo.
La mamografía anual puede complementarse con el autoexamen de mamas, un simple
procedimiento que puede realizarse en cinco pasos que se detallan aquí.
Es importante que las mujeres estén atentas a algunos de los siguientes
síntomas visibles:
– Aparición de uno o más bultos en la mama o en la axila
– Hinchazón de alguna parte de la mama
– Irritación o hundimientos en la piel de la zona
– Hundimientos o dolores en el pezón
– Secreciones del pezón que no son leche -puede ser sangre-
– Cambios de forma o tamaño de la mama
– Dolores, aunque sean esporádicos y localizados, en la mama
Aunque la detección temprana no garantiza la curación, sí colabora en su
eficacia y en la mejora de la calidad de vida de quien lo sufre. En este mes de
concientización del cáncer de mama, no olvides hacer tus chequeos.
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