Consejos para tener una buena comunicación en el trabajo

No importa a qué nos dediquemos, buena parte de nuestro trabajo consiste
en hablarnos o escribirnos con otras personas. Te damos algunas ideas para
mejorar la comunicación en la vida laboral cotidiana.

Cuando hablamos con alguien decimos mucho más de
lo que significan las palabras: nuestro acento dice dónde nacimos, las palabras
que elegimos dicen si somos corteses o bruscos, sencillos o rebuscados; la
ropa, los gestos… comunicamos más de lo que pensamos, e incluso más de lo que
queremos.

Algo parecido sucede con la escritura: un mail
lleno de errores de ortografía y de tipeo no sólo puede ser difícil de
comprender, sino que además me habla de una persona descuidada y poco atenta.
Un mail pomposo, inútilmente rebuscado y extenso da la idea de una persona poco
práctica, quizás demasiado pagada de sí misma.

Por eso pensamos algunos consejos para
comunicarnos en el trabajo, de manera eficiente y profesional, sin dejar de
decir lo que pensamos.

1. Sé tan claro, conciso y directo como puedas.
Aunque en distintas organizaciones hay distintos estilos y culturas, en general
es muy valorada la precisión comunicativa. Esto no significa ser descortés,
sino saber jerarquizar qué parte de lo que queremos comunicar es central, y qué
parte es secundaria. Tu oyente va a saber valorar tu capacidad para distinguir
lo más importante de lo que no lo es tanto y va a reconocer el valor que le das
a su tiempo y al tuyo.

2. Si no estás seguro de lo que vas a decir, no
lo digas. Especialmente cuando estés con tus jefes, es central que sepas de qué
estás hablando y que no lo hagas de una manera vaga o imprecisa. A menos que se
trate de una situación de lluvia de ideas, comunicar ideas a medio formar, de
manera imprecisa en relación a tu trabajo dará la sensación de que no estás
preparado para la tarea. Lo mismo vale para los superiores: no debemos dar
directivas poco claras o difusas. En vez de pedir “¿Me podés hacer un informe
para estos días?”, pedilo “para el viernes a las 15”.

3. Prestá atención al lenguaje corporal. Si
evitás el contacto visual, mantenés las manos en los bolsillos y mirás hacia
otro lado, tu interlocutor pensará que en realidad no querés comunicarte con
él, o que te avergüenza o incomoda lo que tenés para decir. En cambio, mantené
una actitud abierta y confiada, que muestre que no tenés nada para ocultar
sino, por el contrario, mucho para decir. Es fundamental que, al hablar con el
otro, mantengas tus ojos y tus manos lejos de la computadora y el teléfono,
mostrándole que -aunque sea por poco tiempo- le estás dedicando toda tu
atención.

4. No todas las situaciones son iguales. En el
brindis de fin de año podés hacerle una broma a tu jefe y todos se van a reír;
pero más vale recordar que lo que está permitido en una situación no lo está en
otra. Ser simpático y afable es importante, pero siempre evitando pasar por
desubicado.

5. La escritura es tu imagen a la distancia.
Seguramente en tu CV no adjuntaste tu peor foto. Del mismo modo, la ortografía,
un lenguaje cuidado y la corrección de errores de tipeo muestran en la
comunicación escrita que valorás a tu destinatario y que sos una persona
formada y atenta a los detalles. También tené en cuenta que el mail sirve para
algunas cosas, pero no para otras: tratá siempre de dar las malas wp_postss en
persona. A nadie le gusta enterarse de algo malo y no poder replicar o discutir
en el momento.


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