Aunque el corazón siempre ha sido una preocupación
para los mayores de 50, en los últimos tiempos se ha registrado un aumento en
las enfermedades cardíacas para jóvenes menores de 40. El estrés, la
alimentación y el sedentarismo, en la mira.
El corazón es el motor del cuerpo y, como toda máquina,
necesita ser cuidado. Muchas veces nos acordamos de él cuando ya es demasiado
tarde, y quedamos atados a dietas muy limitadas o al consumo crónico de
medicación. En cambio, si estamos atentos a sus señales y mantenemos hábitos
saludables, podemos vivir más y mejor.
Cada vez es más importante tomar conciencia
desde jóvenes, puesto que las enfermedades cardiovasculares comienzan a
manifestarse más temprano que nunca. Debido a cambios en la alimentación, en el
aumento del sedentarismo y los mayores niveles de estrés, necesitamos conocer
desde ahora cómo está nuestro corazón y qué podemos hacer para mantenerlo joven
y saludable. En otros casos, las condiciones genéticas pueden detectarse
tempranamente y tratarlas en la medida de lo posible.
Infarto
Los
infartos entre personas menores de 60 años se han incrementado en los últimos
15 años.
Este tipo de episodios es prevenible en la
mayoría de los casos, puesto que suele ser consecuencia de hábitos poco
saludables: el exceso de colesterol, la falta de ejercicio, el consumo excesivo
de alcohol y el tabaquismo se encuentran entre sus principales causas.
Las señales para estar atento: dolor en el
pecho, fatiga y dificultad para respirar y sudoración excesiva, entre las más
frecuentes. Ante la duda, andá a una guardia.
Miocardiopatía hipertrófica
Se trata de una enfermedad heredada, que afecta
el músculo del corazón ocasionando un engrosamiento del mismo. Causa arritmia
en quien la sufre y se manifiesta en síntomas como el dolor de pecho, vértigo,
fatiga excesiva, desmayos y mareos, entre otros.
Aunque no puede revertirse el efecto de la
enfermedad en el corazón, sí pueden tratarse muchas de las consecuencias de la
arritmia. Es fundamental su diagnóstico temprano porque una cardiopatía de este
tipo no permite la realización de ejercicio físico intenso o la práctica de
deportes de alto rendimiento. Precisamente, los atletas jóvenes son la
población en mayor riesgo de muerte por esta enfermedad.
Hipertensión
La alta presión sanguínea no suele diagnosticarse
en menores de 60 años. Esto no significa que no la haya, sino que no se la
tiene en cuenta por fuera de la edad tradicionalmente considerada “de riesgo”.
Sin embargo, los cambios en los hábitos alimentarios y el sedentarismo impactan
cada vez más temprano en la hipertensión de los jóvenes.
Así, los propios pacientes ignoran su condición
de hipertensos. Como no tiene síntomas físicos, la única manera de detectar la
hipertensión arterial es a través de controles periódicos a partir de los 3 años.
Así que ya lo sabés: en tu próximo chequeo médico, pedí que te tomen la
presión.
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