Alimentación y mitos de verano

En el verano solemos cambiar la
alimentación: comemos menos, más liviano y menos calórico. También empiezan los
consejos y los mitos sobre la alimentación.

Los mitos son eso: historias que la gente cree,
pero que no tienen por qué ser verdad. Es más: que no son verdad. Algunos son inofensivos,
otros pueden ser más peligrosos. Ante la duda, consultá con un médico y conocé
estos cinco que ahora te presentamos.

1. Si no tomo agua voy a bajar de peso.
Este es un error peligrosísimo, que se puede ver en esas personas que se abrigan
para salir a correr bajo el rayo del sol con la esperanza de adelgazar. Es
cierto que perderán algo de peso al volver a sus casas: es el agua que
transpiraron. Esos gramos los recuperarán en cuanto se hidraten adecuadamente,
así que no sirve para perder peso. Sí sirve para deshidratarse, lo cual puede
ser muy peligroso en el verano. Para bajar de peso hay que hacer una dieta
hipocalórica adecuada. Por lo demás, es importante tomar abundante agua fresca
todo el día, aun cuando no estemos sedientos. Es más: si sentís sed, es que ya
te deshidrataste.

2. El ajo es un repelente de mosquitos
natural
. Este es un mito inofensivo. Ya no pensamos que el ajo sirve
para 
repeler vampiros; tampoco tiene efectos en los
mosquitos. Es más, en el año 2005 la Universidad de Connecticut llevó a cabo un
experimento para 
poner a prueba la idea, y el resultado fue negativo. El
estudio señala, sin embargo, que quizás los participantes no comieron
suficiente ajo.

3. La sandía es pura agua y poca
nutrición
. La sandía es una fruta ideal para el verano: contiene mucha
cantidad de agua, muy pocas calorías (sólo 46 en una taza) y gran cantidad de
vitaminas, entre ellas vitamina C y antioxidantes naturales. ¿Qué pasa si la
mezclamos con vino? Aunque el mito dice que “te mata” (o, al menos te
indigesta), la verdad es que la interacción entre la glicerina del vino y el
aminoácido L-arginina de la sandía tiene un efecto vasodilatador. De
hecho, 
como señala Facundo Di
Génova
, es el principio
activo del Viagra, así que no sólo no mata, sino que tiene un efecto
afrodisíaco.

4. La comida cruda es más saludable que
la comida cocida
. Si bien es cierto que la cocción, especialmente cuando es
excesiva, puede destruir vitaminas solubles al agua (como la vitamina C),
también hace que otros nutrientes -como el licopeno de los tomates- sean mejor
absorbidos por el organismo. El proceso de degradación de las enzimas que
produce la cocción es equivalente al que producen los ácidos estomacales, de modo
que, en muchos casos, no hay una diferencia nutricional significativa. Esto no
significa que la comida cruda no tenga algunos beneficios, aunque también tiene
sus desventajas: un estudio de 2005 mostró que quienes consumían casi
exclusivamente comida cruda tenían niveles más bajos de colesterol “malo”,
aunque también tenían déficits de vitamina B-12.

5. El huevo hace mal al corazón.
Este mito deriva de una verdad: la yema del huevo tiene un alto grado de
colesterol, alrededor de 211 miligramos por unidad. Sin embargo, el colesterol
ingerido es compensado, en una persona saludable, por el mismo cuerpo, que
produce menos. No afecta, en consecuencia, al corazón la ingesta diaria de un
huevo. El verdadero problema proviene de las grasas trans y saturadas, que son
las que hacen que nuestro propio cuerpo aumente la producción de colesterol en
sangre.



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