Día Mundial del Aire Puro: un día para empezar a cambiar

El 20 de noviembre se celebra el Día Mundial del Aire Puro, establecido en 1977 por la Organización Mundial de la Salud como un reclamo de la humanidad ante el deterioro del medio ambiente y la contaminación del aire por gases industriales, vehículos, incendios forestales, humo de tabaco, etc.

El desequilibrio del aire generado por los distintos tipos de contaminación influye negativamente en todos los seres vivos y es responsabilidad del hombre controlar su actividad como individuo y como integrante de la sociedad. Por eso es deseable que, desde la cultura institucional, se generen ambientes laborales saludables que colaboren con el bienestar individual y grupal, pero también social.

En relación con la acción individual, el principal factor contaminante de los espacios cerrados es el humo del tabaco, que produce los mismos efectos perjudiciales aún en las personas no fumadoras que están expuestas pasivamente. En nuestro país, las políticas de salud pública, sumadas a una mayor toma de conciencia acerca de los efectos perjudiciales del tabaquismo, han colaborado para disminuir la cantidad de adultos fumadores del 40% en 1999 al 23% en 2012. Sin embargo, el tabaquismo sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo, y la Organización Mundial de la Salud lo considera una verdadera epidemia.

Dejar de fumar no es fácil. Según datos del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, 7 de cada 10 fumadores quieren dejar de fumar, aunque no lo han logrado. En consecuencia, un tercio de los trabajadores de todo el país han estado expuestos al humo de tabaco en su lugar de trabajo, incluso a pesar de la alentadora disminución en la cantidad total. Es por ello que cumplir y hacer cumplir la Ley 14.381 en el ámbito laboral es fundamental para generar ambientes saludables. A pesar de lo que muchos creen, no basta con ventilar un ambiente en el que se ha fumado, ni fumar en un espacio contiguo (como un baño) para eliminar las sustancias tóxicas liberadas por el cigarrillo. Por el contrario, algunas de ellas pueden permanecer en el ambiente hasta 20 días, afectando no sólo al fumador, sino también a otras personas que pasen por allí.

Dejar de fumar debe ser parte de un cambio de hábitos más amplio, que incluya el ejercicio físico, la alimentación saludable y una clara intención de mejorar la calidad de vida. Entre otras formas de contribuir al aire puro, se puede colaborar con el medio ambiente estimulando el uso de bicicletas (por ejemplo, destinando espacios para su guardado en el predio laboral) y la separación de desechos reciclables en origen, no sólo en el ámbito doméstico sino también en el trabajo, reduciendo el uso de materiales no reciclables. Este Día Mundial del Aire Puro es una excelente oportunidad para empezar a adoptar hábitos saludables, no sólo en nuestra vida personal, sino también en relación a quienes nos rodean. Un día ideal para empezar a cambiar.

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